PAISAJES, RELAX Y FIESTA PARA TERMINAR


7 diciembre 2011

Si a los pocos días de entrar en China, la mitad de Proyecto ViVi tuvo que pasar por el hospital, la otra mitad no quiso ser menos y realizó una corta visita en un hospital de Kunming  por un virus. Pocas horas después, nos despedimos de Laura y sus amigas para emprender un viaje en tren de 20h que nos lleva hasta GUILIN, en la provincia de Guangxi.
Esta turística ciudad está rodeada por el río Li y 4 lagos que son su mayor atractivo con puentecitos y un par de pagodas. De noche, toda esta zona brilla con lucecitas de mil colores que tanto gusta en este país.


Nuestro siguiente destino es XINGPING, un pequeño pueblo al que acuden en masa los turistas para dar un paseo en botes de bambú por el río Li y disfrutar de su espectacular escenario kárstico.



Nosotros compartimos bote con Fernán y Miriam, una pareja encantadora de Zaragoza que también tienen planeado estar lejos de casa durante un largo período (no os perdáis nuestro enlace a su web "Que te quiten lo viajao", realmente profesional).
Todos los días al sol

Los cuatro nos quedamos impresionados con el encanto de este lugar único e incluso fuimos afortunados al ver a un local practicando la tradicional pesca con cormoranes.


No contentos con la increíble belleza del lugar, una tarde subimos los 1159 escalones de uno de estos picos para quedarnos casi sin aliento, y más tarde sin habla por las vistas y el atardecer de los que fuimos testigos.



Eclipse lunar en Xingping

Un bus local nos mostraba a su paso las montañas puntiagudas de camino a YANGSHUO. Aquí nos lo tomamos con mucha calma. Cada día comíamos en el Lao Jia Xiang para desgustar su especialidad, los Rice Claypots con verduras y carnes a elegir.

Un día alquilamos un par de motos eléctricas para recorrer varios puntos de interés como el Moon Hill, una peculiar montaña con un orificio en su interior.

Moon Hill

La calle principal West Street está llena de tiendas y restaurantes donde vamos esquivando a la multitud. Por la noche, parece una calle diferente con numerosos pubs y su música atronadora.
Nuestro reencuentro con Tom, un israelí y su grupo de amig@s con ganas de fiesta fue la guinda perfecta antes de despedirnos de China. Junto con dos coreanas más, corrieron las cervezas y el vino de arroz para animar una noche larga, no muy cara y muy divertida.


Cuando uno se hace pasar por Bono, le salen fans a pares.

Pero no contábamos con que las 8 de la mañana fueran a llegar tan rápido, tanto que nos quedamos dormidos y perdimos nuestro bus a Nanning. Tras mucho suplicar al jefe de la estación, nos cambió los billetes “for free” y montamos en el siguiente disponible.

Vaya... pelucas!

Prometía ser un viaje largo y aburrido, pero gracias a la fantasmada de película que pusieron, el trayecto fue más entretenido de lo esperado. Con una combinación de toque culinario, este bodriete dirigido por un tal John Bonito, y John Cena como cachas protagonista, “El Marine” seguro que os hará reír un rato.
Nuestro fugaz paso por NANNING nos obligaba a encontrar un hotel lo más cercano posible a la estación. Nos hospedamos en un hotel demasiado caro para nuestro presupuesto. Para que os hagáis una idea, cualquier hostal visitado hasta la fecha, por dimensiones entraría perfectamente en el vestíbulo de este elegante complejo. La imagen de dos mochileros en semejante lugar resultaba más extraña que ver a cierto duque mendigando por la calle.
Nuestras dotes para el drama por lo visto van mejorando, ya que gracias a nuestras súplicas nos hicieron un generoso descuento, e incluso nos regalaron dos vales para el desayuno.
A la mañana siguiente, esta vez sí, cogimos el bus a su hora para cambiar de país. VIETNAM nos espera.
Vietnam al fondo

En el carrito que nos llevaba de un control a otro en la frontera

Sin duda, vamos a echar de menos la generosidad china que nos ha acompañado durante dos meses increíbles. De buen nacido es ser agradecido, por lo que solo podemos decir: China, “Xie-Xie, “Chai chien” y “Hen gao sin chien dao ni”.

“La ley, igual para los iguales, diferente para los diferentes.”
-- Aristóteles --