2 de Noviembre
A la vuelta nos lo tomamos con calma en el acogedor Sim’s Cozy, jugando a ping-pong, billar…
115 personas en nuestro vagón, tan solo 2 niños pequeños, sentados justo en frente a nosotros. La juerga estaba garantizada. Después de veinte largas horas llegamos a Xi’an, en la región de Shaanxi. De camino al hostal conocemos a Keiko de Tokio, con quien compartimos parte de nuestra ruta. La primera visita obligada son los guerreros de Terracota.
Tres grandes hangares acogen a mas de 6000 soldados y caballos, descubiertos accidentalmente por un campesino en 1974.
Por la tarde nos atrevemos con la comida en los puestos callejeros cerca de la Plaza de la torre de la campana.
Otra noche acudimos al show de las fuentes con luces y música frente a la Gran Pagoda del Ganso, la más grande de Asia.
De camino a Chengdu, capital de Sichuan, ampliamos el grupo con Nori, japonés afincado en Múnich, y Esra, holandés errante e instructor de karate en Tokio. Este último relata su viaje-aventura por el mundo en su blog, el cual añadimos al nuestro.
Todos juntos alucinamos con el gran Buda de Leshan de 71 metros de altura esculpido en una montaña.
Meytal, Eres y Yael de Israel se unieron al grupo para ir a Jiu-Zhai-Gou. Esta espectacular y única reserva natural, está formada por enormes bosques y lagos de agua cristalina. Su belleza es incomparable y la variedad de colores es más amplia que la carta pantone.
A la vuelta nos lo tomamos con calma en el acogedor Sim’s Cozy, jugando a ping-pong, billar…
También tuvimos tiempo para salir una noche de fiesta…nos sorprendió que la mayoría de los tragos fueran “FOR FREE”.
Con pena nos despedimos de Aniki Nori, Anego Keiko y Ototo Esra, a quienes esperamos encontrar en el futuro.
" Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla".
" Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla".
-- Confucio --
